Altas horas de la noche {Renata y Libre}

Ya era noche cerrada. Normalmente, a estas horas... Suelo dormir. Sí. Soy la única dentro del inmenso castillo que tiene una cama en su dormitorio, y que utiliza en noches como esta.
Sin embargo, hoy me siento incapaz de pegar ojo. Inquieta. Nerviosa. ¿Por qué? Cayo me acaba de contar el plan que tienen para atrapar a los cazavampiros o, por lo menos, asegurarse de quiénes son. Piensan organizar una fiesta en Forks. ¡Una fiesta! A la que, por descontado, pensaba ir con Dean. Pero que nos vieran juntos podía implicar una presentación forzada...
Además, eso no era lo único que me preocupaba. Cazavampiros. ¿Y si ellos están preparados y nos dan caza a nosotros? ¿Y si... ? No, no me atrevía i a pensar en tal posibilidad. No iba a caer nadie. Nuestros guardias son fuertes. Están preparados. Pero... Eso me recordaba lo que había oído por castillo. ¿Y si lo que contaban sobre Santiago, Renata y Felix era cierto? ¿Y si era cierto que planean... derrocar a Aro, Padre y Marco? Me preocupaba la idea de que se aprovecharan de la situación... Pero no, no podía ser cierto. Ellos son fieles, leales. No les traicionarían... ¿o sí?
Esta noche todo lo que me pasaba por la cabeza me preocupaba. Todo, absolutamente todo. Iba dando saltos por los edificios de la ciudad, haciendo ejercicio, como intentando despejarme. Pero no lo lograba. Salto a un tejado. Otro salto. Otro más.
Dándome por vencida, volví a saltar, pero cayendo esta vez sobre el pavimento de la calle. Creí que estaba sola, de ahí mis movimientos. Aunque, de pronto, noté un efluvio familiar. Vaya. Parecía que la había convocado con el pensamiento.
- Hola, Renata -saludé en un tono de voz normal, sabiendo que me oiría, aunque aún estaba a unos metros.

Era de noche, un momento mas que apropiado para salir a dar un paseo. La idea de tener que ir a guardar a "mi señor" a Forks a ese estúpido baile porque ese era su magnifico plan no me entusiasmaba, yo tenía mejores planes, muchísimo mejores, solo había un problema, eramos tres contra una guardia entera, por descontado Jane y Alec no traicionarían a sus señores pero si atraía a Chelsea hasta mi..., bueno lo mejor era no pensar en ello, Félix y Santiago ultimamente no ayudaban mucho y la única con la mente lo suficientemente retorcida como para idear un plan en esto era yo... Comencé a caminar a solas por el centro de la ciudad, hace tiempo quisimos actuar pero por mucho que actue se que Aro no confía en mi como lo hacía antes, tal vez se haya percatado de que hay algo diferente en mi claro que ¿quien es el culpable de todo esto mas que él? el es el que se atrevió a pensar que esa Cullen era mejor que yo, el que si ella hubiera aceptado me hubiera mandado fuera de Volterra porque ya no me necesitaría, ¿dudar de mi? nadie dudaba de Renata Volturi, mi maravilloso caracter había conseguido que los guardianes mas fuertes de la guardia se unieran a mi pero ¿podía confiar en ellos? en estos momentos no confío ni en mi misma.
Un efluvio familiar vino a mi, perfecto, la híbrida de Volterra aparece en escena, ella me saludó y con la mejor de mis sonrisas o con la que siempre solía sonreir a mis señores desde mi transformación le saludé.

- Hola Anya, ¿qué haces a estas horas de la noche por ahí? - pregunté - ¿no puedes dormir?

Pensar en cómo debía ser mi comportamiento hacia ella ya me suponía un dilema. ¿Podía ignorar los rumores que se comentaban por el castillo? Bueno, podía intentarlo. Quién sabe, lo mismo tan solo se trataba de habladurías malintencionadas y nada más... Pero, ¿y si no lo eran? ¿Y si no eran solo rumores? ¿Y si era cierto que Renata...? Me estremecí solo de imginar que intentaba hacerle daño a Cayo, o a Athenadora, o incluso a Aro. Pero respiré hondo. Fuera o no verdad, no lo iba a saber ahora.
- No, Renata... -dije tranquilamente. No fui capaz de llamarla Reny en esta ocasión, aunque no le hablé en un ono despectivo ni maleducado. Antes yo la llamaba así. Cuando esos rumores comenzaron, y me procurara de enfriar nuestra relación-. No puedo dormir -respondí con sinceridad. Demasiadas cosas preocupantes en que pensar. Y la misma Renata formaba parte d ellas-. He salido a ver si me despejaba y me entraba el sueño... Pero nada, aún soy incapaz de pegar ojo. -añadí, tras dar un suspiro.

Y... ¡tachan! la híbrida no se fiaba por lo que parecía,las cosas debían ir mas lentas, todos debían confiar en nosotros para poder atacar, si que lo hacía parecía algo ¿desconfiada? si, esa era la palabra, pero qu mal mentía normalmente me llamaba Reny y ahora mismo no parecia muy cómoda a mi lado.
Me encogí de hombros y suspiré.

- Bueno supongo que tan solo sea esperar, dentro de un rato seguro que empiezas a bostezar.

Miré a nuestro alrededor, las cosas ultimamente estaban muy frías con la realeza, con la guardia menos, es mas con Jane seguia hablando normalmente y sin problema alguno.

- Cuando era humana solía hacer lo mismo que estás haciendo - proseguí rompiendo el incómodo silencio - solía salir a caminar por Volterra y al poco tiempo acababa en casa me tumbaba a dormir y acababa roncando - puse una pequeña sonrisa torcida, eso era una gran verdad - pero esos días ya quedaron atrás, désde que Aro me mordió las cosas han sido bastante mas fáciles para mi y menos dolorosas, supongo que le debo mucho - puse cara pensativa - mas de lo que yo creía. ¿sabes que mi novio me acababa de engañar con mi hermana cuando el me mordió? no le dejé vivir con ella, le asesiné cuando apenas era una neófita, a Aro no le gustó mucho pero bueno, me perdonó, fue muy bueno conmigo, supongo que por eso solo muestro alg de cariño hacia él, no me fío de nadie. Algo le pasa conmigo ultimamente y no se que puede ser, es como si... se alejase de mi, temo que haya encontrado otro escudo mejor que yo y desee cambiarme ¿crees qué sea eso Any?

Miré a Renata algo más dudosa que antes. No sabía qué pensar de ella. ¿Lo que decían de ella era cierto y sabía mentir muy bien? ¿O, en cambio, ella era la Renata de siempre y todo eran habladurías? Yo quería guiarme por la segunda opción, pero aun así era incapaz de dejar de sentirme algo desconfiada.
Sin embargo ella me hablaba con natulidad, como si nada hubiera cambiado. No dejé de observarla mientras hablaba. Era cierto, todos aquí le debíamos mucho a Aro. Yo, una híbrida cualquiera, no era precisamente la excepción.
- Vaya... -murmuré, realmente sorprendida. Me imaginé el dolor que debio sentir Renata en aquel momento... Que el amor de tu vida te haya engañado... Encima con alguien de tu propia familia. Me parecía algo realmente horrible-. ¿Y qué fue de tu hermana? -le pregunté con curiosidad. ¿Habría corrido la misma suerte que su amante o se había apiadado de ella ante el amor fraterno?
Cuando me preguntó parecía realmente preocupada. Pobrecilla, imagino lo mal que lo pasaría si Aro la echara. O quizá no la echara, la desplazaría como si fuera una más. Supongo que eso sería peor. Había oído algo acerca de una guardia experimental... ¿de verdad Aro habría encontrado a alguien mejor que Renata? No. En mi opinión se había distanciado de ella por el mismo motivo por el que yo también lo había hecho. Los rumores no no la presentan como alguien especialmente de fiar, ni a Saniago, ni a Félix.
- No, no creo que haya encontrado a nadie mejor que tú -dije, ahora con una sonrisa algo tranquilizadora. Me partía el alma pensar que aquellos rumores fueran ciertos. Prefería pensar que ella seguía siendo ella, la Reny de siempre... Pero, ¿lo era?-. Serán paranoias tuyas. Aro ahora está muy ocupado con todo el tema de los cazavampiros y la fiesta que quiere preparar para atraparlos... Realmente, ahora no tiene tiempo para nadie. Así que no te preocupes.

Al preguntarme por mi hermana una pequeña sonrisita maliciosa se posó en mi cara, lo de Loretta fue... beno no muy agradable.

- Mi hermana murió - dije con iindiferencia - ella padecía del corazón y no podía sobresaltarse con nada, antes no habia las mismas medicinas que ahora por lo tanto era la única solución, no alterarla. - Resoplé - Su adorada hermanita pequeña desapareció durante unos meses y al poco tiempo encontraron el cadaver de una chica rubia, de mi estatura con los ojos azules, era una de mis presas, al ver el parecido físico que tenía hacia mi se me ocurrio una idea maravillosa.

Comencé a recordar ese día y apunté hacia las afueras de la ciudad al pequeño bosque que había.

- ¿Ves ese pequeño precipicio? - dije posando mi vista en ella de nuevo - cuando mi presa estaba muerta le partí el cuello, partido, no cortado, no llegué a tanto, hice heridas en la cara las suficientes como para que no supieran que era otra chica y coloqué el cuerpo con el vestido que llevaba el día en el que Aro me mordió, luego coloqué una carta de suicidio donde explicaba el porque de mi muerte, mi hermana y mi novio me habían hecho daño engañándome y ella enfermó por la culpabilidad, tal y como yo lo deseaba. Un día llendo ella hacia el precipicio a ponerme flores la vi y la seguí, ess momento fue su perdición, su hermanita adorada, osea yo, la esperaba en lo alto del precipicio para matarla del mismo modo en el que supuestamente yo lo hice, ella murió callendo de allí, mi golpe en el corazón al empujarla la mató antes asi que no sintió el dolor de la caida.

Suspiré y volví al presente mientras agitaba la cabeza para olvidar esa imagen.

- De humana era dulce, sensible, educada, confiada, amable, enamoradiza etc, etc, el cambio a vampira me convirtió en una asesina sanguinaria y cruel a la que no le importaba ni su propia familia como puedes ver.
- me encogí de hombros y puse una mueca.

Cuando habló de la fiesta puse una mueca.

- Pues venía pensando en eso cuando venía para acá ¿no crees que es muy peligroso ir allí? - bufé - mi escudo no es lo suficientemente grande como para proteger a toda la realeza, el primero que tiene que estar ahí dentro es Aro y tu también por supuesto, eres híbrida y eso te hace ser mas debil que un vampiro, puedo extenderlo a varios metros pero si quereis entrar todos la cosa se pondría complicada

No me sorprendió el hecho de que provocara la muerte de su hermana, lo que sí me sorprendió fue la manera que escogió para ello. Retorcida, desde luego, tal y como Reny era... Vaya. Mi subconsciente seguía llamandola Reny. En verdad, la llamaba así sin pensarlo. Ahora, con todas las tensiones y los rumores, me veía obligada a dejar de llamarla así. Pero llamarla por su nombre completo me resultaba casi más... Difícil. Tenía que pensarlo para hacerlo.
- Yo también pienso que es peligroso hacer la fiesta en Forks -admití-. Volterra es nuestro territorio. Somos más fuertes aquí. Pero Aro insiste en que esta convencido de que se encuentran en Forks, y dice que será mejor así, tentar a la presa cuando más fuerte se sienta... Aunque no lo sea -repetí casi textualmente. Visto así no me parecía mala idea, pero no dejaba de parecerme algo temerario... ¿Y si realmente, no solo se sienten más fuertes sino que lo son? Lo que más me asustaba era que alguien cayera. Padre, Madre, Aro... Alec, Chelsea, Demetri, Melinda... Jane, aunque no nos tragamos... Incluso me dolería perder a Renata. Así, sin más. Sin aclarar la verdad y descubrir que todo eran mentiras... Porque lo son... ¿verdad?
- Te lo agradezco de verás, pero no olvides que yo no soy la que más riesgo tendré. Tu lo has dicho, soy híbrida. Con suerte, ni siquiera me reconocen como una Volturi. A mi me preocupais más vosotros... Los cebos, tentando a los cazadores a que se fijen en vuestros ojos -sí. Temía sobremanera que les ocurriera algo-. Será un riesgo, sin duda. Solo espero que Aro sepa lo que hace.

me encogí de hombros y miré hacia otro lado

- Supongo que sabe lo que hace - dije con indiferencia - yo hare mi trabajo como mejor se hacerlo y se que soy la mejor, puedes pensar que alardeo demasiado pero es mi opinión - puse una pequeña sonrisa - esos humanos son listos y estoy segura de que en Volterra también sería realmente peligrosos, supongo que Aro no se atreve a que ataquen Volterra, a fin de cuentas es su ciudad.

Luego escuché su opinión sobre su condición híbrida, era cierto que tal vez ella podía pasar desapercibida pero la verdad es que aún así había peligro.

- ¿Y si saben que existes Anya? imagina, la hija de Cayo en sus manos - puse una pequeña sonrisa - conseguirían cualquier cosa, lo que fuera con un pequeño secuestro ¿crees que tu padre se arriesgaría a perderte? - y así sin mas un plan llegó a mi mente, sonreí y agité la cabeza, a Anya prefería no meterla en esto la verdad sea dicha - ya ves que deberías tener cuidado, no te alejes mucho de mi para que me de tiempo a protegerte mas que nada.

Sonreí ante lo que dijo.
- No alardeas demasiado. Eres la mejor -afirmé. De no ser así, no estaría aquí, ni mucho menos sería la guardaespaldas personal de Aro. Parecía que la paranoia de antes ya se la pasaba. Eso era bueno-. Y sí, eso es cierto. Además, nos tendrán peor ubicados aquí si nos desplazamos a Forks -aunque a mí me gustaba la idea más porque alguien especial que ahora vivía allí iría a la fiesta. Mi Dean. Espera, ¿desde cuándo era mío..? Y si resulta que es de otra, ¿qué? No, no, deja de pensar en eso, Anya.
Medité sobre lo del secuestro. La verdad, no había caído en que algo así pudiera suceder. Ni siquiera se me había pasado por la cabeza.
- Vaya, ni siquiera se me había ocurrido -confesé, algo avergonzada. Era cierto. Soy la hija de uno de los señores de la realeza... Si me pasara algo... Sí, Padre haría cualquier cosa por mí. Todo podría salir mal por mi culpa-. Tienes razón. Me aseguraré de ponerme cerca de ti, entonces.

Puse una sonrisa, al menos alguien que reconocía como bueno mi trabajo y no empezaba a pensar en otros dones como el de la Cullen estúpida esa, entrecerré los ojos y enseñé parte de los colmillos.

- Perdona por enseñarte los colmillos aún sigo recordando la historia que te conté - agité la cabeza - ya está borrado de la memoria - bromeé.

Luego escuché su contestación a lo que yo le dije.

- ¿Ves? menos mal que vives con gente con la mente lo suficientemente retorcida como para darse cuenta de cosas así - me miré las uñas - Cuando eres un escudo tienes que pensar en ese tipo de cosas, en que es lo mejor, en quien es el que tienes que proteger antes que nada. El primero sería Aro, es el lider por supuesto, tu eres un cebo que podría hacer que la realeza cayera por lo tanto tu serías importante, de la guardia el mas importante a resguardar es Alec, es el arma infalible Vulturi, no lo se, tienes que saberlo simplemente.

- Tranquila, no es nada -dije ante sus disculpas por enseńarme sus colmillos. Antes no estaba acostumbrada a vivir rodeada de vampiros... Mis primeros años fueron muy duros... Sola... Nunca dejaré de preguntarme qué fue de mis padres. Por qué me abandonaron.
Aunque ya no lo lamentaba. Ya no. Había pasado de ser casi una paria entre lis sobrehumanos a ser la... "princesa"... Volturi. Sonaba a cuento chino, pero así era.
- Supongo que sí, Ren... -¿debía ya ignorar esos rumores o continuar nombrandola por su nombre completo? Me decante por la opción más sencilla-. Reny. Aunque no deja de ser preocupante... Además, la idea de que tengas que protegerme a mi antes que a los demás miembros de la guardia no me entusiasma. Estoy segura de que seré la que menos riesgo paaa...se -di un largo bostezo mientras pronunciaba la última palabra. Tenía razón, había acabado cogiendo el sueño.

La chica bostezó y puse una sonrisa torcida.

- ¿Ves? - dije en tono obvio - de aquí a tu habitación vas a caer en un sueño muy profundo princesita - me encogí de hombros - y tranquila por todo lo de la fiesta, haré mi trabajo tal y como siempre lo he hecho, cubriré a los mas importantes verás como nadie saldrá herido, al menos ninguno de nosotros, no prometo nada sobre los cazavampiros, el primero que se me ponga delante morirá

Sonreí de manera satisfactoria y un poquito más relajada. Los párpados ya empezaban a pesar como el plomo.
- Supongo que sí... Ojalá realmente todo salga bien -dije de corazón. Si todo se ceñía a los planes de Aro, el clan volvería a casa de una pieza... Pero si algo se le escapaba, si hay algo con lo que no este contando que haga todo fallar... No, no me concentraría ahora en eso, no querría pasar una noche de pesadilla.
- Bueno, Reny, yo me marcho ya antes de caer rendida en medio de la calle -bromeé, en verdad cada vez tenía menos fuerzas. Era noche cerrada. Tarde. Muy tarde. Y empezaba a tener sueño de verdad... Debia darme prisa si no queria dormirme allí mismo en serio-. Tú estas de guardia, ¿no?

Le devolví la sonrisa

- Saldrá bien - costesté - te lo prometo ahora ve a dormir antes de que te tenga que llevar yo a cuestas a la cama

Cuando ya pensaba que se iba me preguntó por la guardia.

- Si yo estoy de guardia, creo que Corin está vigilando las afueras de la ciudad - dije sin mas - cuando salga el sol me relevaran, no estoy segura de quien supongo que Jane o Alec aunque no me importaría hacer otro turno, en fin, corre a la cama, yo cuidaré que nadie entre en el castillo

Le lancé una mirada dandole las gracias, aunque las palabras de agradecimiemto no llegaran a la boca. Me hubiera gustado agradecerle su trabajo, aunque nunca lo hacia. Bueno, después de todo, es su trabajo, ¿no? Su "obligación" era protegernos. Además, nunca había visto a Aro o a Padre darles las gracias, así que, ¿por qué hacerlo yo? ¿Por humildad? ¿Debía de ser acaso más humilde que ellos si, bueno, prácticamente nos encontrabamos ocupando el mismo rango? La realeza vampirica... Bueno, teniendo en cuenta que ellos eran los Maestros y yo la "hija" de uno de ellos.
- Buenas noches -me despedí, finalmente, con otra sonrisa.
Y acto seguido di media vuelta y puse rumbo a la cómoda cama que me esperaba en mi dormitorio.