Observándolo todo [Libre]

El anuncio de la fiesta fue relativamente sorpresiva para él, pero supuso una oportunidad para relacionarse con más personas sin duda alguna. Desde hacía mucho tiempo había deseado usar alguna clase de atuendo semejante al del Fantasma de la Ópera, y esa fiesta supuso el momento adecuado para ello. Después de recolectar un tanto de dinero mediante formas ortodoxas, pues respetaba ante todo la forma de vida de su anfitriona, consiguió comprar una capa negra, una máscara blanca y nada más.

Aquel día estuvo alimentándose de una manera nada agradable, bebiendo la sangre de un par de animales puesto que Agatha no le había permitido nada más... sus ojos tenían un leve toque amarillento y su garganta pedía desesperadamente la vida de un humano. Aguantó, tenía que hacerlo, así que atavíado para la fiesta, salió en dirección a Forks desde el apartamento en Seattle. Pronto, si todo salía bien, se encontraría viajando a Europa a probar su suerte de una vez y para siempre.

En el camino, había tomado vehiculo prestado... por así llamarlo, se mantuvo pensativo, meditabundo, imaginando qué clase de interesantes víctimas humanas podría encontrarse en la mascarada. Desafortunadamente, sería muy complicado hacer algo en la fiesta... pero qué remedio. Cuando llegó fue sorprendido por las esencias de múltiples vampiros... demasiados, ¿qué rayos suponía eso? Se sintió confundido, pero por suerte la máscara blanca que cubría su rostro por completo ocultaba fácilmente cualquier atisbo emocional que se escapara por su rostro.

Entró con una radiante sonrisa en el rostro, con su más habitual carta de presentación. Miró lentamente la amplitud del sitio mientras escogía con sumo cuidado su manera de proceder. Una esencia pareció resultarle conocida... Sacudió la cabeza, negándose a sí mismo semejante disparate. ¿Cómo iba a estar ahí si poseía un rango tan elevado? Silbó quedamente, caminando con elegancia y la diestra justo detrás, pegada a la espalda. ¿Por dónde empezar? Eligió encaminarse donde la esencia de otra inmortal, al menos estar entre "la especie" podría resultar un buen comienzo. En cuestión de nada se vio en una zona estratégica por donde dominar gran parte del baile. Hizo una breve reverencia con la cabeza y saludó cordialmente.

-Bonita fiesta, ¿no es así?- dijo mirando a la pequeña vampiresa, cuyos cabellos parecían apuntar cada uno en diferente dirección. Era un corte bastante peculiar a su manera de ver, pero en absoluto malo.