Epilogo:El deseo...
Verano,tres dias antes del comienzo del curso
Francia:
-¡Christie!¡La cena esta lista!
La aludida se levanto de su comoda cama,llendo directamente a la ventana de su cuarto desde donde se podia apreciar a la perfeccion,la noche donde las estrellas brillaban con todo su esplendor al igual que la luna,tan redonda y maravillosa,amparando bajo su luz celestial la ciudad de Paris.
Sus ojos azules como turquesas e igual de brillantes que las estrellas,se perdian en la oscuridad del cielo,como si este la tuviera atrapada bajo un extraño hechizo...
-¡Christie!
El llamado de su madre,reclamando su presencia en la mesa para la cena,la hizo salir del hechizo que el cielo habia enviado sobre ella,logrando que su mirada se fijara en la puerta entre abierta de su cuarto.
-¡Ya voy!-fue lo unico que dijo antes de mirar una ultima vez mas al cielo nocturno,y mientras salia de su cuarto un susurro salio de sus labios...-Desearia poder vivir mil aventuras...
Londres,casa de los Dursley:
-Tu,niñato insolente-decia el viejo Vernon Dursley mientras empujaba a Harry dentro de su cuarto y salia de este,con las llaves del cuarto del chico en la mano-Vas a quedarte aqui encerrado sin cenar hasta que yo lo diga.
Y antes estas ultimas palabras,el viejo Dursley cerro de un portazo la puerta,callando cualquier sonido salvo el de las cerraduras que en ese momento estaba utilizando para dejar encerrado a su sobrino en aquella habitacion.
Harry bufó sonoramente antes de sentarse en su escritorio,mirando la jaula de Hedwig el cual parecia dormitar ajeno a la frustracion de su dueño,el cual solo pudo acariciar con levedad las plumas de su amigo intentando no despertarlo y a la vez,que se le pasara el enfado que tenia por culpa de su primo Duddley,el cual parecia solo existir para amargarle la vida.
-Si pudiera hechizarle,ya lo habria convertido en un cerdito-se dijo mientras cogia su album magico,donde tenia todas las fotos magicas desde una de sus padres con el cuando tenia un año,hasta un dia antes de que terminara su año anterior,en la que salia el con una contenta Hermione abrazandolo por la cintura con uno de sus brazos mientras que con el otro abrazaba a su gran amigo Ron.
A veces,como en aquel momento,solo le bastaba mirar la sonrisa de su amiga para que todo su mal humor se esfumara como una nube pasajera y que una pequeña alegria le invadiera el cuerpo,como pasaba en ese mismo instante.
-Como desearia el poder decirte lo que siento por ti Hermione,pero ni yo mismo lo se-se dijo a si mismo el chico Potter,antes de cerrar el album y tirarse boca abajo en su dura pero no por eso,comoda cama,en donde sin siquiera quitarse las gafas,se quedo dormido.
Londres,casa de la familia Granger:
-Buenas noches,mama.Buenas noches,papa-se despedia Hermione a sus padres,lo cuales salian a cenar fuera y que seguramente volverian tarde,por lo que ella preferia desearles las buena noches antes de que se fueran y ella se quedara sola en su casa.
-Ya sabes que si necesitas algo o te pasa algo nos llamas y vendremos enseguida-repetia por quinta vez la señora Granger,acariciandole el pelo a su hija de forma maternal,como solo ella sabia hacer-Te queremos hijita.
-Yo tambien los quiero,pero perderan la reserva si no se van ya-dijo la castaña,mientras literalmente empujaba a sus padres hacia la puerta,donde salieron con una leve sonrisa en los labios,pues sabian que la casa no podria estar en mejores manos que en las de su hija.
Hermione sonrio mientras caminaba hacia el salon,sentandose en el sillon y empezando a cambiar de canal en canal,sin ver nada que le gustase en la tele,por lo que en poco tiempo se aburrio y cogio una fotografia magica,una de las pocas que habia en su casa,que descansaba en un protarretratos plateado en la mesilla central del salon.
La imagen era de un dia nevado,donde salia ella con sus dos mejores amigos,en una pelea de bolas de nieves,y donde sus sonrisas eran calidas como el sol.
Pero sus ojos amielados miraban en concreto a uno de sus dos amigos.Aquel que en tantas veces habia tenido que enfrentarse a la muerte,y aun asi,habia logrado salir con vida de todas.
-Como desearia que me mirases de la misma manera de la que te miro yo,Harry-deseo la joven de ojos amielados mientras se acostaba en el sillon,con la foto entre sus brazos y volvia a la tarea de cambiar de canal.
La madriguera:
-¡Fred!¡George!¡Dejad en paz a vuestro hermano!
-Pero mama,si Roni se lo esta pasando de maravilla con nosotros,¿verdad,viejo?
-Yo no soy un viejo y no me llames Roni,Fred,sabes que lo odio.
-Pero seguro que si te lo dice una chica guapa no te molesta,¿verdad,Roni?
Ron gruño una maldicion y se lanzo contra su hermano Fred,haciendo que ambos cayeran de bruces contra el suelo,con Ron encima del otro pelirrojo que intentaba sacarselo de encima como podia,sin lograrlo.
-¡Ron!¡Suelta a tu hermano!
En contra de su voluntad,Ron se levanto de encima de su hermano,dejando a este en el suelo y llendo el hacia el jardin,cerrando de paso la puerta con un portazo.
Sus hermanos sabian que no le gustaba que lo llamaran asi,o que le molestaran con eso de que conociera chicas guapas,ya que sabian que el se sentia un poco a la sombra de su amigo Harry,aunque no le molestara pues el habia tenido lo que su mejor amigo no habia podido tener:una familia,tanto con sus cosas buenas,como sus cosas malas.
-Desearia que una chica se fijara en mi y no en Harry por una vez en la vida-murmuro en un gruñido mientras empezaba a jugar con las piedras que encontraba a su paso,sin fijarse en la oscuridad del cielo.
Casa de los Malfoy:
La mansion estaba en completo silencio.¿El por que?
Tanto su madre como su padre se hallaban en una reunion con el Ministro de Magia,que los habia invitado a una cena en su casa,por su gran "amistad"
Y por eso la casa de los Malfoy estaba en tan comodo silencio,solo roto por el pasar de las paginas de uno de los libros que Draco Malfoy leia en la gran biblioteca que poseia en su casa,intentando despejar de su mente el hecho de que parecia que solo cuando estaba en el colegio tenia amigos,pues en las vacaciones apenas y si habia recibido una carta,y era la de Hogwarts para decirle cuales materiales necesitaria para su ultimo curso en el colegio que lo acogio durante siete años ya.
A pesar de intentar aprentar que el hecho de volver una vez al colegio era algo que le no deseaba,la realidad era bien distinta,pues Hogwarts era su verdadera casa,o al menos eso era lo que el pensaba en lo mas profundo de su ser.
Un suspiro salio de sus labios,ya que acababa de llegar a la parte del libro,donde la chica protagonista se jugaba su propia vida para salvar a la persona que amaba.
-Ojala encontrara alguien asi-dijo para si mismo,sonriendo con amargura y concentrandose de nuevo en su lectura.
Un Orfanato del centro de Londres:
El griterio de los niños se escuchaba en el Orfanato como si el edificio gritara de alegria,quella que los niños que alli vivian le contagiaban,mientras que la dueña del lugar sonreia junto a la joven mas mayor de todos los huerfanos que alli vivian,una joven de ojos grises y pelo negro que en ese momento recogia los platos de la cena y los llevaba a la cocina,para despues lavarlos y guardarlos,con la ayuda de la dueña que en esos momentos entraba en la cocina,y cambiaba su sonrisa por una cara de preocupacion.La joven al ver que la cara de la dueña del lugar,dejo sus tareas y se centro en la mujer que tenia enfrente.
-Lilian,te tengo que decir algo muy importante,y es sobre tu condicion de bruja-dijo la dueña,mientras se apoyaba en la mesa de la cocina en donde solian comer todos los niños y ella entre risas y gritos de alegria,charlas y alguna que otra pelea por la comida.
-La escucho-dijo la chica.
-Durante todo este tiempo a estudiado aqui bajo la supervision del profesor Dumbledore,pero,teniendo en cuenta que ya tienes la mayoria de edad en el mundo magico,el profesor Dumbledore quiere que curses el que seria tu ultimo año en Hogwarts,bajo su tutela.
La chica se quedo impresionada,mas aunque conocia al profesor Dumbledor,y tambien le veia como a un padre,no pensaba que el querria tener su tutela y encima aceptarla en el colegio que el dirigia,cuando ella era solo una rebelde y bromista huerfana sin padre ni madre,ni con un pasado,solo con un collar con el que creia que era el escudo de su familia y en el que ponia su apellido,junto con su nombre.
-Pero...-la chica queria replicar pero esa era la oportunidad para salir del orfanato,hacer una carrera y darle dinero al lugar que habia sido su hogar desde siempre.
-Te dejo para que te hagas a la idea,y no te preocupes,mañana pasara por ti el profesor Dumbledore para que puedas ir al Callejon Diagon a comprar todo lo que necesitas-dijo maternalmente la dueña del lugar dejando sola en la cocina a la joven.
Lilian solo pudo apoyarse en la mesa y cerrar los ojos mientras murmuraba:
-Espero no arrepentirme de esto...
Y nadie se dio cuenta,ni Christie que comia en compañia de sus padres,ni Harry que dormia placidamente en su cama,ni Hermione que cambiaba de canal en canal aburrida,ni Ron que jugaba con las piedras de su jardin,ni Draco que seguia leyendo melancolicamente su libro y mucho menos Lilian,que seguia en su labor de fregar los platos,pero alli habia estado,fugaz y rapida como solo ella podia ser,encontrandose en su camino los deseos de seis chicos que solo deseaban una cosa en su vida,y que tal parecia,segun como la estrella fugaz habia sentido cuando los recogio,se harian realidad muy pronto...