Solo... es que estoy cansada de la soledad [John]

Caminaba por las calles, con los tacones en las manos, las noches agotadoras de fiesta podian conmigo, pero era lo unico que me alejaba de la profunda soledad que me apremiaba. Llegar a casa sola, despertarme sola y pasear como no, sola. Iba bebida, todo habia que admitirlo, pero no era una borracha que iba caminando por la calle con la botella, simplemente, no era asi.

Me adentre en una callejuela y entonces un grupo de asquerosos adolescentes, que de haber estado sobria habia notado, me asaltaron, cubriendome la salida. Por delante y por detras, solo quedaba una salida, aquella callejuela oscura. Tras ver a los del frente acercarse y girarme a mirar que los de detras empezaban con palabras que no deberian ser mencionadas en horario infantil, corri por aquel callejon, note como me seguian, y yo me clave un cristal en el pie. Segui corriendo aunque auna si notaba como la sangre corria atraves de las venas de mi pie. Entonces, algo se puso enmedio de mi camino, o al reves, y yo cai al suelo.

Observe la escena desde el suelo, y no pude evitar asustarme, aun asi, era parte humana ¿no? Cuando le devolvieron mis efectos personales a aquel hombre, enfundo su baston que al parecer provenia de alguna guerra, puesto que llevaba una espada en su interior. Me tendio la mano y dude unos segundos apartando la mano, pero finalmente la cogi. La sangre continuaba surgiendo de mi pie y escocio al levantarme, pero en unso minutos habria cicatrizado. Asi eramos los hibridos. Al levantarme di un traspie, pero rapidamente, parecio sujetarme por los hombros. Finalmente, tras el susto llego lo que yo odiaba pero que despues me reconfortaba tanto. El lloro. Los ojos llorosos dejaron entreveer que habia pasado miedo.
-Gracias...-dije aguantando las lagrimas en un leve sollozo

Cogi su pañuelo que perfectamente tenia grabado en el su inicial << John Watson>> Dejando que las lagrimas salieran; no pude evitar hacer algo infantil, muy infantil. Solloze un poco y entonces le mire, dejando un espacio
- ¿Puedes quedarte quieto un momento?- dije mirando el suelo ruborizada. La verdad, estando borracha una hacia cosas estupidas.La preugunta mas obvia seria por que, y asi es, la respuesta, por que el ser humano es idiota. Mi alocada idea era hundir mi cabeza en su pecho en un abrazo para sentirme mejor. ¿Por que? La respuesta anterior.

-Por supuesto hasta que se calme

Me quede quieto abrazandola, esperando a que se calmara o al menos que pudiera caminar la chica, despues que algunos minutos transcurieron me separe lentamente de ella tome su rostro e hice que me viera

-Mejor?

Asenti; con los ojos llorosos y secandome las lagrimas. Le devolvi su pañuelo y recogi mis tacones del suelo. El ya se habia presentado pero yo habia estado en tal estado de shock que no pude llegar a presentarme.
- Mi nombre es Demeter O'Connel; de los O'connel de Nevraska- dij tendiendole el pañuelo. La herida del pie estaba sanando ya.

- No hay problema, si tienes otras responsabilidades, quiza deberias atenderlas- dije ya calmada- Sinceramente, dudo que tengan el valor de volver a acercarse ¿No crees?
Levemente baje la cabeza y un pequeño movimiento de tobillos, no de rodillas, para hacer una leve reverencia. En aquel callejon oscuro; nada podria haber sido bueno, sin embargo la compañia era fantastica; apartando a las sucias sanguijuelas de las que me habia librado gracias a Sir. Watson

- Pero si deseas acompañarme...-dije casi con una voz que me hijo enrojecer, era como decirl ''¡¡¡Ven!!!'' - Siempre es bienvenida la compañia. ¿Sabias que mi nombre procede de la diosa de la tierra?- entonces, se me paso por la cabeza que nisiquiera me habia fijado, su efuvlio de vampiro, y su lenguaje pasado daba a relucir que era un vampiro ¿de unos 150 años?¿Mas? No conocia muy bien la historia; pero, parecia Londinense.

-Demeter es la diosa griega de la agricultura, nutricia pura de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada, claro que podria acompañarla

le sonrio levemente

- Guao sabes mas que yo- me rei- y eso que es mi nombre

No supe que mas hacer simplemente respire entrecortadamente; y comence a caminar con el al lado por las calles; la verdad su compañia en estos momentos era un tesoro. No podia creer lo ocurrido minutos atras. Ademas me habia sentido pequeña cuando dijo tantas cosas sobre mi nombre ¿Como es que jamas se le habia ocurrido preguntarse mas sobre su nombre?