Relax [Leenard]

Continue conduciendo a gran velocidad hasta llegar a Forks donde aminore la marcha, nos hacercabamos a mi atico, saque un llavero y pulsé un boton para que se abriera la cochera donde metí el coche como todos los dias, desabroché mi cinturon y bajé del coche mirandole con una sonrisa esperando a que bajara del auto, cerre la puerta de este viendo como bajaba del coche - Bienvendio a mi cochera - dije mirnadole y viendo como cerraba la puerta cerre el coche con el boton automatico.

A medida que se alejaban de Seattle, los modelos de autos lujos y veloces desaparecían rápidamente hasta reducidos a un simple sueño de una ciudad modernizada. En su lugar, vehículos utilitarios, camionetas y autos semi antiguos se veían por doquier. Eso ocasionaba que los deseos de Lennard por volver y hacerse con uno de los autos de Seattle se incrementara peligrosamente, pero debia mantener las apariencias un poco así que se forzó a dejar en paz semejantes ideas antes de que pudiera arrepentirse.

Finalmente comenzaron a adentrarse en lo que parecía un pequeño pueblo, con casas modestas, ubicado a la orilla de la carretera. Forks, había leído en el letrero un kilómetro atrás. No recordaba haber estado ahí, de hecho, la mayor parte de aquel país le era completamente enigmática. Pronto arribaron a una casa en particular, en la cual entró el vehículo de Agatha. Seguramente ese era su destino. Pronto lo comrpobó y descendió del auto, dedicando una sonrisa a su anfitriona.

-Lindo lugar sin duda- comentó Lennard mientras observaba como Agatha tomaba todas las precauciones con su coche.

Camine hacia su lado - Vente - dije caminando y abriendo una puerta para que pasara, comence a caminar con el en silencio un silencio algo molesto roto por el eco de nuestras rapidas y suaves pisadas en el suelo, terminamos por llegar a la ultima planta, ambos podiamos haber cojido el ascensor, pero a nuestra manera habiamos tardado mucho menos, abrí la puerta con la llave y le hice un gesto para que pasara a mi casa sin llegar a entrar yo para que pasara el pirimero.

Asintió en silencio ante la instrucción de Agatha, haciendo tal como ella decía, al final, era forastero ahí y se comportaría como un invitado. Modales, daba gracias de haberlos aprendido cuando humano, antes de viajar al circo a adiestrarse en otras habilidades también bastante útiles. Fue detrás de Agatha a velocidad moderada, puesto que sus capacidades le habrían permitido rebasarla sin ningún problema. Finalmente llegaron, esbosó una sonrisa al mirar el elevador, el mismo que seguramente era demasiado lento como para siquiera pensar en él. Espero a que su anfitriona le cediera el paso y por fin ingresó al sitio, lanzando un silbido de asombro a pesar de que podía interpretarse como algo grosero y sin clase.

-Vaya, no cabe duda que comenzaré a pensar seriamente en una vida más establecida- comentó el vampiro mirando el sitio un tanto asombrado.

Rei al escuchar su comentario, camine por el amplio salon y abrí una de las puertas de este - Puedes quedarte en este dormitorio si quieres, tiene baño con ducha por si quieres darte una o algo - añadi y me encojí de hombros, entonces me dí cuenta de que no llevaba ni ropa limpia ni nada - Puedo conseguirte algo de ropa limpia - añadí mirandole.

Vio como Agatha se paseaba por ahí, todavía examinando los pequeños lujos de ser un vampiro sedentario, pensando en que quisas no era tan mala idea dejar e recorrer el mundo para establecerse... claro, siempre estaba en su mente el visitar a los Volturi primeto... entonces ya soñaría con el resto. Asintió silenciosamente con la cabeza ante las palabras de Agatha y luego prosiguió:

-Bueno, siempre puedo comprar algo de ropa, no es necesario que te tomes tantas molestias

Me encojí de hombros - Como quieras - dije mirandole y sonreí caminando hacia uno de mis sofas y me sente en el - Al fin y al cabo soy la anfitriona, si quieres algo solo dime - dije sonriente mirandole y cerre los ojos respirando profundamente, me habia gustado que aceptara mi invitacion, muchas veces la casa se veia muy solitaria cuando me encontraba sola por eso intentaba no permanecer mucho tiempo en ella.

-Gracias- murmuró Lennard quedamente, viendo como Agatha se sentaba cómodamente. En realidad, la comodidad no era más algo relativo para seres como ambos dado que eran incapaces de cansarse- Dime, Agatha, ¿qué haces para mantener esta casa? Es decir, apuesto que no matas humanos y les quitas su dinero, así que supongo que tendrás un empleo o algo por el estilo- preguntó el vampiro mientras se recargaba de una pared

Rei al escuchar lo del empleo - Para nada - añadí mirandole con una sonrisa - Mi vida pasada me a provisto de objetos y algunas cosas que me han valido para vivir tal cual vivo ahora - dije mirandole y me encojí de hombros, la gente actualmente paga mucho por cosas antiguas de las que a mi no me importaria desprenderme - añadií.

Enarcó una ceja ante tan inesperada respuesta, ante peculiar forma de ganarse la vida... vendiendo cosas. Sin duda, una de las pocas actividades que no habría podido adivinar ni aunque tuviese mil años de edad. Rascó su nuca incosncientemente mientras recordaba un programa televisivo que viese al menos una docena de veces antes de llegar a Estados Unidos. Torció los labios en actitud meditabunda mientras pensaba.

-¿Sabes? Me has recordado a la hermosa Jennifer Hewitt en Ghost Whispers. No creí encontrar a nadie que tuviera un....digamos, empleo semejante- musitó todavía pensando sobre aquel detalle.

Reí mirandole, la verdad en parte tenia cierto parecido - En parte si, la unica diferencia es que yo vendo mis propias reliquias y ella no - añadí con una sonrisa miandole apollado en la pared- puedes sentarte si quieres - dije señalando los sillones de la sala.

Esbosó una especie de sonrisa al escuchar reir a Agatha, sin duda se llevarían bien si todo seguía igual. Saltó y dejó caer sobre el suelo sin más, al final, no le dolía. Prácticamente se encontraba acostado en el suelo, con un expresión de infinita calma cuando entonces pensó que debería preguntar:

-Dime, ¿crees tener algún inconveniente con que me alimente de humanos, o prefieres que ingeste animales?- cuestionó empleando un tono suave y amable.

Escuche su pregunta, verdaderamente... No lo habia pensado, simplemente me encojí de hombros - No tengo ningun inconveniente que lo hagas siempre y cuando no sea gente de este pueblo - dije mirandole con algo de dureza que luego deje de realizar con mi mirada - Este pueblo es pequeño y se conoce todo el mundo si matas a alguien aqui tendremos problemas - añadí mirandole y sonrei.